En un mes que nos invita a reflexionar y trabajar por la igualdad de los derechos de las
mujeres, de visibilizar, reivindicar su labor y enriquecer el relato de las prácticas artísticas
no hegemónicas, presentamos esta muestra de la gran artista salteña Alina Neyman.
Mujer y artista, llevó a cabo su actividad artística con firmeza, obteniendo el
reconocimiento de sus pares, del público y de las instituciones. Alina fue una de las
primeras profesoras mujeres de la Escuela Provincial de Bellas Artes Tomás Cabrera,
desarrolló una sólida carrera y participó activamente de la vida cultural de nuestra
provincia por más de 60 años.
La presente exposición, un recorte de la vasta producción de la artista, comienza por sus
retratos. Todos ellos muestran mujeres de rostros sencillos, serenos y apenas esbozados,
que interpelan con su mirada y su actitud al espectador. La riqueza de estas obras se
encuentra en la exploración del lenguaje plástico, reflejado en la forma de representar sus
vestimentas, adornos, estampados y en la ornamentación de los fondos.
Luego, se propone un recorrido temporal de sus obras vinculadas con la ciudad. Desde sus
inicios existe un especial interés en esta temática que abordará de diferentes formas a lo
largo de su carrera. En sus primeras obras, existe cierto lenguaje común con quienes
fueron sus docentes y grandes maestros del arte local. Posteriormente comienza a
explorar otros modos de crear a partir de formas geométricas, trabajadas como grandes
volúmenes y experimentando con los colores, eligiendo uno y trabajándolo en todas sus
gamas.
A comienzo de los ‘80, Neyman, descubre en sus pinturas las transformaciones de la
ciudad y la yuxtaposición de distintas épocas. Su composición, con encuadres que
recuerdan a la fotografía, presenta espacios urbanos modernos en los que aparecen los
rastros de la ciudad colonial. Los estacionamientos, uno de los temas que se repite en sus
trabajos, ponen el foco en aquellos rincones en los que habitualmente no reparamos. Por
detrás de estos espacios, siempre vacíos, aparecen cúpulas y torres de iglesias. La
profundidad y los planos son apenas trazados con líneas y contrastes de color, sin reparar
en detalles.
Los carteles y señales, los techos, las cúpulas, las chimeneas y el cableado que cruza la
ciudad son elementos fundamentales en sus obras, que luego de apreciarlas, invitan a
caminar mirando para arriba, para descubrir ese otro paisaje urbano y de la cotidianeidad.
Este recorrido pone de manifiesto las posibilidades expresivas que genera cambiar el
ángulo desde donde se mira, ampliar el horizonte percibido, apreciar de otra forma el
entorno conocido. Los temas y los lugares pueden ser siempre los mismos, pero las
posibilidades discursivas y las poéticas en torno a ellas pueden ser infinitas.
Gracia Martínez Arias
Salta, marzo de 2021.
