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Bellas Artes Salta

Barroco latinoamericano

La conquista y evangelización de América implica durante el siglo XVI un período de constantes luchas y la conversión de los indígenas instrumentada por medio de la palabra, y fundamentalmente, las imágenes.

Durante las primeras décadas del siglo XVII el Barroco español entra a América con obra fundamentalmente de los talleres sevillanos. Hacia finales de este mismo siglo ya están en funcionamiento algunas escuelas locales como la cuzqueña, limeña y potosina, que son importantes centros de producción artística. Allí comienza a gestarse lo que se conoce como Barroco americano, un estilo propio resultado del proceso de asimilación y transformación del arte Barroco europeo por parte de los indígenas.

La eliminación de la perspectiva, la posición frontal de los personajes, su hieratismo, el brocateado de sus vestidos, la inserción de los mismos en espacios neutros y la introducción de la flora y fauna local  son algunas de las características de la nueva pintura americana.

Mientras en Italia la escultura Barroca fue realizada en mármol y bronce, en España surgió un tipo de escultura de temática religiosa en madera policromada de tradición manierista que se conoce con el nombre de imaginería. La finalidad devocional, litúrgica, y procesional de estas imágenes explica el uso de la madera como un material óptimo por su poco peso, bajo coste y porque permite plasmar formas anatómicas más realistas. Estas imágenes tienen un carácter persuasivo: a través de imágenes de dolor se intenta generar un impacto visual que tenga repercusión en un impacto espiritual, de allí también que estas imágenes cumplan una función de ícono.  El realismo y dramatismo necesarios para que las imágenes sean efectivas requiere de recursos como el encarnado en el cuerpo y el estofado en la vestimenta, ojos y lágrimas de vidrio, llagas de cristal pintado, espejo para el paladar, nácar para los dientes y cejas, pestañas y cabellera de pelo artificial o natural.  En América cabe destacar las imágenes de vestir, esculpidas sólo en las partes no cubiertas por el ropaje.

Título: Alegoría religiosa del bautismo

Artista: Anónimo. Atribuida a la escuela potosina

Técnica: óleo sobre tela

Medidas: 61 x 87 cm

Fecha: siglo XVIII

En esta pintura aparece en primer plano una mujer arrodillada, con ojos entreabiertos vestida de blanco y en su cintura un doble cordón rojo. Los brazos están en posición de oración. A su izquierda, un franciscano de espaldas vierte agua del río sobre su figura. A la derecha hay una inscripción que dice “Abrá quien De cami Besa Agua y Ondas Cristalinas Destas Fuentes Pesces” (Habrá quien de camino besa agua y ondas cristalinas de estas fuentes de peces).

En el ángulo superior izquierdo, por entre una nube, asoma la figura de un ángel vertiendo agua bendita en similar gesto que el franciscano para corroborar el gesto divino.

Título: San Mateo Evangelista

Autor: Anónimo. Atribuida a la escuela cuzqueña

Técnica: óleo sobre tela

Medidas: 84 x 63 cm Fecha: siglo XVIII

Mateo aparece acompañado por un ángel. Sostiene un  libro sobre su regazo. Está sentado sobre un nimbo de nubes y dirige su mirada a la figura alada, quien señala el texto con su índice. Una aureola dorada rodea la cabeza del Santo y rayos luminosos penetran por la parte superior de la composición.