Graciela de Oliveira
El jueves 8 de mayo de 2025 se inauguró la muestra “¿Un arte de residir? Anacronías de un dispositivo de encuentro.”

Graciela De Oliveira nace y crece en Misiones-AR (1967-1985). Vive y trabaja en Unquillo-
AR (desde 1999). Arquitecta (UNC 1992). Especialista en Antropología Social (UNC 2018).
Doctoranda de Ciencias Humanas (UNSAM desde 2021). En continua formación artística en
diversos talleres y residencias de arte y en experiencias artísticas localizadas (desde 1993).
Crea y coordina dispositivo artístico Demolición/Construcción (desde 2007) que implementa
acciones artísticas en diversos espacios de Sudamérica. Presentaciones: “Phronesis Criolla
(ex–centros clandestinos de detención de Córdoba)”, tiempos/específicos con Soledad
Sánchez Goldar y la participación especial de Luis Camnitzer y Gerardo Mosquera,
Córdoba 2010-2012; “Residencia, Campo de la Ribera” ¡Afuera! Córdoba 2010. Acciones en
el espacio público: “Cadena de persecución” (celdas del ex D2); “La demolición de todos”
(acción participativa) CCEC y APM, Córdoba 2010. Algunas publicadas en: ¿El arte de
demoler? Ed. A/E, Córdoba 2015. Exhibiciones: “Todo es humano” (instalación), Programa
Mirada Federal del Palais de Glace, MACU, Unquillo 2020; “Constelaciones D/C”,
arte–investigación, Museo Palacio Dionisi, Córdoba 2019; “La segunda casa”, Residente,
Casa de Córdoba Buenos Aires 2019; “Mi cara no es tu trabajo”, Proximidad, Cabildo de
Córdoba 2013.
Dirige la residencia de arte-investigación Casa/Estudio B’atz’ (desde 2012) en Unquillo-AR.
Coautora (con González Palma) de “Ejercicios nidales” (2010); “Tu/mi placer” (2008); “La
separación” (2007) y “La anunciación” (2006); “Conjugación de intimidad” (2003). Exhibidos
en: Fondazione VOLUME!, Roma 2006; Lannan Fundation, Nuevo México, 2007; NY Photo,
2008, Bienal Paiz, Guatemala, 2010; PhotoBA, 2011; Photo España Madrid y São Paulo,
2013; Daegu Photo Bianale, 2014; Festival Chobi Mela, Bangladesh, 2015; Photo Jaipur Colección Museo Universidad de Navarra. Publicados en: Tu/Mi Placer, Ed. A/E,
Córdoba, 2015.



Una luz muy lejana
El “dispositivo de encuentro” que Graciela de Oliveira pone en obra -siempre “obra en
progreso”- no deja saber qué será posible vislumbrar, es decir ver apenas,
tenuemente, con dificultad por la lejanía o la falta de luz. ¿Qué permiten entrever las
entrevistas? ¿Qué espera encontrar quien corre la cortina con la mano, solo un poco,
con cautela, como si quisiera ver algo sin ser visto? ¿Un recuerdo o un deseo?
Entrever no es algo que simplemente sucede sino el resultado de un trabajo. Donde
antes había apenas una luz intermitente de luciérnaga que se resiste a desaparecer,
muy lejana, se trataba en realidad de una casa perdida, un taller por inventar, un
cuarto propio en algún punto incierto del tiempo cuya existencia -que desconocíamos,
o conocíamos y olvidamos- se revela solo en el lugar preciso donde, por un instante,
se cruzan el arte y la vida.
Diego Tatián
Mirar, transformar, crear. Tres verbos que, juntos, componen.
Componer obra es componer vida.
En la obra de Graciela De Oliveira, la composición de obra se configura, además, para
hacernos ver las composiciones (de las vidas y las obras) de otras personas que, con
generosidad, dispusieron su tiempo y afecto para vincularse con ella, quien al escucharlas
dibujar, pudo así traernos estas formas del hacer, del ver, del rememorar.
Pensar y hablar sobre las primeras casas, las otras casas que fueron siguiendo, o los
trayectos y los viajes, es uno de los modos posibles de obrar sobre nuestras vidas, ya que,
al relatarnos y dibujarnos, volvemos a contarnos cómo somos, con quiénes fuimos, hacia
dónde vamos. El arte de residir se vuelve, en esta obra, un concepto-fuerza para poner a
disposición de todos nosotros un modo de comprender la potencia que nos habita, en acto.
Así, la potencia es hoy.
Ana Inés Heras
