Lola Mora

Artista nacional de proyección internacional.

Nace como Dolores Candelaria Mora Vega el 17 de noviembre de 1866. Cursa sus estudios primarios en la ciudad de San Miguel de Tucumán donde también aprende dibujo y pintura.

En su juventud conoce al pintor italiano Santiago Falcucci, con quien toma clases y profundiza en la técnica del retrato. Con solo veinte años, llevó a cabo, por encargo de los gobiernos de Tucumán y Salta, importantes óleos de los congresales de 1816 y algunos gobernadores. En 1894 se trasladó a Buenos Aires para ingresar a la Academia Nacional de Bellas Artes, donde continuó su formación.

El gobierno argentino le otorgó una beca para estudiar en Roma. Su paso por los talleres de escultura de Francesco Michetti y Giulio Monteverde terminaron de definir la expresión poética de su obra y entonces Lola Mora se convirtió puramente en escultora.

En 1900 regresó a la Argentina. Entre los encargos que recibió estaba la fuente de las Nereidas, su gran obra que fue inaugurada en 1903. Ésta, junto a los grupos escultóricos que le encargaron para ser instalados en el Congreso de la Nación, entre ellos una escultura de Facundo de Zuviría, fueron removidos de sus emplazamientos originales a causa de la crítica moral de la sociedad porteña de la época, quienes veían sus obras como ofensivas y de mal gusto. De esta manera, en 1921, los presidentes de ambas Cámaras del Congreso firmaron un documento en el que resolvían retirar las esculturas del Congreso para destinarlas al Jardín Zoológico de Buenos Aires. Los legisladores de Jujuy intercedieron para llevar las obras a su provincia. Allí, la escultora fue contratada para dirigir en persona los trabajos de separación y reubicación de las piezas en su nuevo destino: la Casa de Gobierno y varias plazas de la provincia de Jujuy.

Lola Mora en plena tarea, esculpiendo figuras de la fuente Las Nereidas.

La escultura de Zuviría fue entonces retirada del Salón Azul del Senado y enviada a Salta donde fue inaugurada en 1923. Hoy puede verse en el Parque San Martín de nuestra capital.

Escultura de Facundo de Zuviría. Parque San Martín, Salta capital.

En conmemoración del centenario de la Batalla de Salta de 1813 se inaugura en nuestra ciudad el monumento 20 de febrero, en el mismo lugar en que Manuel Belgrano había mandado a colocar una cruz de madera con la leyenda “A los vencedores y vencidos”. El ganador del concurso para dicho monumento fue el catalán Torcuato Tasso, y el arquitecto Carlos Thays diseñó el parque circundante. Lola Mora participó en el modelado de los bronces para esta obra de gran relevancia en la historia provincial.

Lola Mora soportó estoica las críticas recibidas, pero decidió dejar la escultura como medio principal de subsistencia y promovió nuevos proyectos. En 1924 se trasladó a Salta donde incurrió en la minería, primero en la extracción de petróleo y luego en la de minerales. Por razones económicas deja de lado este proyecto. Apremiada económicamente y debido al deterioro de su salud, en 1933 regresó a Buenos Aires para residir en la casa de sus sobrinas. En 1935 el gobierno nacional le otorgó una pensión, pero ese mismo año sufrió un duro ataque cerebral que la dejaría definitivamente postrada en cama hasta su fallecimiento, el 7 de junio de 1936.

En mayo de 2024, por ley Nº 8.432, el Museo de Bellas Artes de Salta es designado con el nombre de la afamada escultora, gracias al impulso del investigador Antonio Sorich, quien destinó años y esfuerzos en indagar su historia y trayectoria. Sorich descubre la partida de bautismo de socorro de Lola que devela su nacimiento del lado de El Tala, en actual territorio salteño. Otro dato del investigador es que Lola Mora, junto a Benita Campos y a un grupo de artistas, fueron quienes fomentaron la creación de un Museo de Bellas Artes en nuestra provincia.