Elsa Salfity nació en Salta, Argentina, el 28 de febrero de 1931. Se formó en la Escuela Provincial de Bellas Artes Tomás Cabrera de la que egresó en 1956 con el título de Profesora de Dibujo con especialidad en Escultura.
Estudió diversas especialidades del arte, como la pintura, el dibujo, el grabado, la cerámica y el diseño de tapices. Fue en la escultura donde la crítica considera que se destacó, trascendiendo su tiempo con obras que se encuentran en museos de la ciudad de Salta y en la vía pública de algunas localidades de la provincia. Como señalan Martorell y Lotufo Valdés, Salfity fue, además, “pionera en la Argentina de la corriente americanista en la escultura”.
En entrevistas que le realizaron, la artista reconoce que su gran maestro fue Carlos “Pajita” García Bes, quien la llevó a la escultura a través del dibujo. En el área de la escultura menciona específicamente a sus docentes Esdras Luis Gianella y Rodolfo Argenti. A lo largo de su vida explora y estudia materiales como el bronce, la arcilla, la cerámica y el cemento.
Junto a García Bes realiza talleres de cerámica, estudia Composición y Fundamentos Visuales y aprende el diseño de tapices.
La manipulación de los materiales, la indagación de las formas, la escultura como juego le atraen desde pequeña. En una entrevista que le hacen hacia el final de su vida Salfity recordará que de niña jugaba mucho con las piedras de todos tamaños y colores, hacía torres y figuras y que eso la acercó, entiende, a ese lado tridimensional del arte. En el campo de la escultura discurre desde el lleno escultórico que dominó los primeros años de su trabajo, durante la década de 1950 hasta los años 60, y que vuelve a aparecer con formas nuevas, renovadas, en la década de 1990 con sus esculturas de la serie América, inspiradas en los tótems y apachetas de las culturas prehispánicas.
Durante la década del 70 realiza las obras más relevantes de la vía pública: el mural con bajorrelieves en cerámica, dedicado a Fray Mamerto Esquiú, en la fachada lateral derecha de la Basílica Menor San Francisco (ubicado en la esquina de Córdoba y Caseros, pleno centro salteño) y el Emblema del Séptimo Congreso Eucarístico Nacional, premio único de un concurso nacional, realizado en bronce y que en la actualidad se encuentra en la intersección de la avenida Bicentenario de la Batalla de Salta y General Güemes.
Hay un periodo de su vida, que coincide con la década de 1980, en el que no se conocen obras realizadas por ella.
Desde 1953 hasta 1980 trabajó como docente de Educación Plástica en escuelas secundarias, como la Escuela Normal Gral. Manuel Belgrano y el por entonces Colegio Nacional Dr. Antonio de Castro. Brindó cursos y conferencias en la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad Católica de Salta, en el Centro de Estudios Hispanoamericanos y en la Casa de la Cultura de Salta, entre otras instituciones.
En la Escuela de Bellas Artes Tomás Cabrera ejerció las cátedras de Fundamentos Visuales, Morfología, Pintura y Dibujo. Desde 1976 a 1979 asumió la dirección y llevó adelante una importante labor al elevarla a nivel terciario, ya que desde su creación no otorgaba título habilitante a sus egresados. A partir de 1978 se transforma, entonces, en Instituto de Formación Docente de Nivel Terciario. También en esos años gestionó la construcción de un edificio propio en la calle España 785.
Familiares y personas allegadas destacan de su forma de ser y señalan que era “una verdadera y gran maestra”, lo que permite inferir que la docencia fue una parte esencial y fundamental de su vida, a la que dedicó más de treinta años.
Viajó con una beca de perfeccionamiento docente otorgada por la Dirección General de Cultura de Salta a Francia y España. Ya en Europa visita también Italia e Inglaterra. En nuestro continente realizó viajes de estudio a Perú, Bolivia, Uruguay y Brasil.
En 1969 participó de un relevamiento de petroglifos de la provincia mediante la técnica del frotagge. Dicho relevamiento formó parte de un estudio llevado adelante por “Pajita” García Bes y la artista porteña Blanca Pastor y culminó con una muestra en el Museo Nacional de Bellas Artes acaecida el mismo año. Más tarde, los frotagges fueron donados al Museo Histórico del Norte que funciona en el Cabildo de Salta.
Luego de padecer por largo tiempo una enfermedad terminal, fallece en su ciudad natal el 15 de febrero de 2004.
